En los diferentes foros de grabación y sonido es habitual encontrar información sobre micrófonos, previos, programas informáticos etc. Una cuestión que es común en todos ellos es que, a la hora de valorar qué micro o previo comprar, debemos pensar en tener un resultado global equilibrado. Es decir, de nada nos servirá tener un Neumann U87 para grabar nuestras voces si lo metemos directamente a la tarjeta. Y lo mismo a la inversa: podrás comprarte un previo Avalon, que si le metes el sonido de un micro USB, no le vas a sacar ningún partido. Pero, además del equilibrio, hay una cosa muy importante que a los locutores online a veces se nos olvida y que merece la pena cuidar un poco: el acondicionamiento acústico de la sala.
No estamos hablando de insonorización sino, “simplemente” del acondicionamiento. Y entrecomillo “simplemente”, porque obtener un buen resultado puede no ser nada fácil. Evitar ecos y rebotes sería lo básico y de ahí en adelante, te puedes meter en un apasionante mundo de frecuencias, hercios, absorción, reflexión y un largo etc. que a más de uno se nos escapa de las manos.
Es evidente que no somos ingenieros acústicos pero hay algunas cosas que se pueden tener en cuenta para no tener que estar grabando con el micro metido en un armario de ropa (Seguro que alguien lo ha hecho, ¿no es así?).
Recientemente he querido dar el salto al nivel profesional con la adquisición de un nuevo micrófono y un nuevo previo. Después de mucho leer, valorar distintas opciones y hablarlo con colegas técnicos de sonido, llegamos a la conclusión de que el micro AKG 414 XL II con un previo FOCUSRITE ISA ONE era la combinación perfecta para mis locuciones. Dicho y hecho.
¡Y llegó la hora de la acústica!
Lo cierto es que hasta ahora la acústica la tenía bastante cuidada. Grabo y mezclo en la misma sala y, hasta el momento he tenido una zona de esquina cubierta con este tipo de aislante acústico y detrás de la mesa de control tengo una estantería con libros que me evita ciertas reflexiones. Tengo unas trampas de graves en las esquinas superiores de la sala que, en su día, fueron muy útiles para evitar unos molestos rebotes. Además, tengo una pantalla acústica portátil parecida a ésta. A la hora de grabar voces, lo hacía siempre en esa esquina mencionada y había encontrado el punto para que el sonido fuera bueno. No obstante, si me iba a otra zona de la sala, se empezaban a escuchar las “colas” de la sala, aunque utilizara la pantalla acústica. Eso hacía, por ejemplo, que no pudiera grabar sentado frente al programa de edición, algo muy útil en proyectos largos como E-Learnigs. O que cuando algún cantante venía a grabar coros, le tenía que posicionar en una esquina. Posición bastante incomoda en caso de que necesitara utilizar un atril. Así que, con el fin de obtener locuciones profesionales en cuanto al sonido, opté por fabricarme unos paneles acústicos. Llevaba tiempo investigando sobre ello en foros como el de Hispasonic y nos pusimos manos a la obra. Digo “nos” porque en casa la que domina el bricolaje es mi pareja y ella es la que ha puesto la mayoría de la mano de obra en este proyecto. Imaginaos que escribo todo esto, y no la menciono… 😉 ¡Gracias cariño!
Un par de paneles a techo y otros dos en una pared que tenía vacía han sido suficientes para tener un sonido uniforme en toda la sala.
Como en el suelo tengo una alfombra de pelo largo, puedo jugar a ponerla o quitarla según necesidades (a veces no me interesa un sonido tan seco para que no me mate los armónicos de la voz; cuando grabo coros con varias personas a la vez, por ejemplo). Os aseguro que, tras incorporar los paneles, el sonido global de la sala no tiene nada que ver con el que tenía antes, y ahora ya puedo exprimir mi nuevo equipo en la grabación de mis locuciones profesionales o coros on-line.
Os dejo un pequeño resumen con fotos del proceso.
Material necesario:
– Listones de madera.
– Lana de roca.
– Tela fina o de saco.
– Escuadra ángulo cincado, estrecha.
– Hembrillas, tornillos y tacos.
– Herramientas habituales: taladro, martillo, destornillador, habilidades bricomaníacas…
Paso a paso:
1) Montar el armazón de los paneles con los listones de madera y las escuadras.
2) Forrarlo con la tela que hayamos elegido.
3) Ponerle las hembrillas o cualquier otro sistema que vayamos a utilizar para colgarlos en techo o pared.
4) Introducir la lana de roca (recomendable usar guantes).
5) Colgar los paneles en las zonas elegidas.
Gran post Íker, en mi blog hice una entrevista con un técnico que hablaba precisamente de eso, la importancia de la sala, muchas veces obviado en post de un pedazo de micro, que sin un buen acondicionamiento acústico, no servirá de nada! 😉
¡Gracias Julio por tu comentario!
Así es. Al final, hay que tener en cuenta todo y que todo esté equilibrado.
¡Saludos!